Granjas de oro virtual. El oro digital en mínimos históricos

Hoy me gustaría hablar de las goldfarms, las granjas de oro virtual (el que se usa para comprar objetos en los videojuegos). Son lugares donde grupos de jóvenes se hacinan en granjas de las afueras en China, donde la mano de obra es baratísima,  jugando durante 12 horas diarias a juegos de rol online, con la única finalidad de conseguir ingentes cantidades de oro virtual. Los intermediarios se encargarán de venderlo a jugadores del primer mundo, que lo usarán para comprar armas virtuales, protección u objetos mágicos y subir así de nivel más fácilmente.

Ahora son noticia precisamente porque ha estallado la burbuja de oro virtual; mientras la compra de oro de verdad está en máximos históricos, el oro virtual está en mínimos nunca vistos. Ahora se puede conseguir el kilo de oro por 1,5 €, un precio tirado para lo que ha llegado a costar.  Como anécdota, un kilo de oro en la vida real cuesta unos 34.000 euros.

El oro virtual es necesario para comprar armas o pócimas que ayudan a subir de nivel

Famosos videojuegos online como World of Warcraft, Final Fantasy o Dungeons and Dragons, requieren ir reuniendo oro para comprar armas, pócimas o los servicios de un guardaespaldas. Para conseguirlo, suelen exigir el cumplimiento de algunas misiones, como matar un monstruo o encontrar un objeto, pero también tareas rutinarias, como comerciar o cortar leña. Estas actividades requieren muchas horas de juego tedioso si quieres reunir mucho oro para poder comprar armas potentes u objetos mágicos, así que los aficionados más fervientes prefieren pagar dinero real por oro virtual y ahorrarse un montón de tiempo de juego aburrido.

¿Cómo lo hacen?

Los jugadores acuden a una de las miles de páginas que venden oro virtual (hasta 2007 también se podía hacer por  eBay, pero las compañías consiguieron que vetara esos anuncios)  y hacen una transferencia real a la cuenta del vendedor, incluso a través de PayPal. Quedan a una hora real en un lugar virtual del juego y realizan el traspaso de oro. O bien pagan un poco más y se quedan con una cuenta ficticia que han abierto los intermediarios solo para hacer la entrega del oro. Otra opción es mandar los datos de acceso de tu cuenta a la empresa de venta de oro y ellos te lo ponen directamente en tu bolsa.

Las empresas de videojuegos online prohíben tajantemente esta práctica (aquí podéis leer  las advertencias de Blizzard, la empresa desarrolladora de World of Warcraft) y castigan baneando la cuenta a los que son pillados in fraganti. En la práctica, la mayoría de los que compran el oro virtual u otros objetos lo hacen a menudo y sin mayor preocupación. Las desarrolladoras aún no han podido ganar ningún juicio contra los granjeros de oro. Además, desde el año pasado China está restringiendo mucho las posibilidades legales de esta actividad, pero parece ser que eso no impide que las granjas sigan creciendo.

La mitad de los jugadores de este tipo de juegos de rol (unos 10 de los 20 millones de gamers) se han decidido a comprar oro virtual alguna vez, pero algunos grupos están en contra de esta práctica y se dedican a atacar a los personajes sospechosos de ser “goldfarmers” (despectivamente llamados “chinofarmers”), que según los rumores, suelen ser las hembras de la raza de los enanos. Otros, sin embargo, opinan que las desarrolladoras deberían encargarse de ese mercado, que ganarían más dinero y estaría todo más regularizado.

¿Quién consigue todo ese oro?

Goldfarmers en una granja de oro en China. Prefieren jugar que montar juguetes, pero no pueden divertirse, solo deben recopilar oro.

Al principio eran chavales occidentales adictos a los videojuegos que se montaban su propio negocio casero. Cuando China empezó a tener conexión a internet, comenzaron a proliferar granjas de oro en las afueras de las ciudades, en pequeños pueblos, donde la mano de obra es baratísima y donde los jóvenes están deseando trabajar en los videojuegos antes que cosiendo pantalones vaqueros o montando juguetes de plástico. Eso sí, las mismas jornadas de 12 horas, el mismo ínfimo sueldo, los mismos dolores musculares y la misma presión sobre la producción. Pero, vaya, puestos a elegir… En las granjas reciben comida, alojamiento y un sueldo de unos 100 euros al mes. El granjero, o dueño de la casa donde se hacinan los jugadores (entre 20 y 90 chavales), se encarga de tratar con los intermediarios y de evitar que los goldfarmers sientan la tentación de hacer actividades que no produzcan oro. Están ahí exclusivamente para conseguir oro, no para divertirse.

Suelen trabajar en lugares pequeños, parecidos a cybers, sin aire acondicionado, con las literas en la habitación de al lado y con turnos de comida tres veces al día. Si se les pregunta, contestan que prefieren esa vida que trabajar en una fábrica.

Demasiados para repartir el pastel dorado

Los intermediarios se convirtieron en auténticas compañías internacionales (esta actividad mueve actualmente 800 millones de euros al año en el mundo), pero han proliferado tanto, que ahora la guerra de precios  ha hecho estallar la burbuja de oro y muchas de estas empresas están teniendo problemas.

En la web de JPitems, una de las grandes, por ejemplo, anuncian que el dominio está en venta y que solo aceptan pedidos directos por email. En esta empresa, por poner un ejemplo, se puede contratar el servicio de cultivo de 10 kilos de oro, más la subida de nivel de 1 a 70 por 1.500 dólares.

IGE, una de las más importantes empresas de venta de oro virtual  y cuentas de personajes tenía su sede en Marbella, pero la Interpol la desalojó y tuvo que emigrar a Asia. También se ha visto obligada a bajar los precios en los últimos meses. El oro digital baja y el oro real se dispara. Curioso.

Os dejo un vídeo musical muy divertido donde se explica el goldfarming desde un punto de vista diferente (en inglés):

Si queréis ampliar información, os dejo el link a una charla de Julian Dibbell, el autor de Play Money, cuya versión de documental cinematofráfico está a punto de salir al mercado. Dura una hora, os aviso, y está en inglés. Os lo pongo por si realmente estáis muy interesados en el tema.

Play Money: Or How I Quit My Day Job and Made Millions Trading Virtual Loot